
Se proponían como tábanos para despabilar "la impermeabilidad hipopotámica del honorable público". Aquel que por módicos diez centavos accedía al aguijón de ocho folios editado por la imprenta Porter Hnos. Oliverio Girondo, azuzado por la ígnea y bella musa Norah Lange, se hizo cargo del Manifiesto de Martín Fierro(15 de mayo de 1924). Lee la Nota de Elba Pérez Para LA NACIÓN.
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